sábado, 24 de octubre de 2009

El Tiempo



EL TIEMPO es el regalo más preciado que tenemos porque es LIMITADO.
Podemos producir más dinero, pero NO mas tiempo.
Cuando le dedicamos tiempo a una persona, le estamos entregando una porción de nuestra vida que NUNCA podremos recuperar. Nuestro tiempo es nuestra vida.
El mejor regalo que le puedes dar a alguien es tu tiempo
“Gracias por el regalo que día tras día me llega, cuando me ofreces tu tiempo, ya sea para enviarme correos, llamarme, mensajearme, etc.”
Siempre regalare mi tiempo a mis verdaderos amigos porque esos minutos nutren mi vida y se que tambien la de ellos .
Es como un abrazo a mi alma.

lunes, 5 de octubre de 2009

La Abuela Cibernetica



A todas aquellas abuelas que en los últimos años se comunican y ven a sus hijos y nietos a través del computador, quisiera contarles mi historia de abuela cibernética.
Hoy día me siento viviendo como en las comiquitas de TV, los Supersónicos, aunque la verdadera historieta nunca mostró a los abuelos, sino al papá Súper, a la mamá Ultra a los hijos Lucero y Cometín, a la mascota Astro, a la muy trabajadora Robotina que limpiaba y al jefe el Sr. Cosmo.

Soñé hace unos años tener a mi Robotina, o una cinta transportadora, que ya hace años existe en centros comerciales y aeropuertos y el teléfono con cámara real, hoy ya es una realidad y de esa innovación es mi experiencia.

Primero fue la espera del largo parto, a través del Blackberry lo fuimos siguiendo paso a paso,en tiempo real, luego la primera foto enviada desde el celular y finalmente las primeras imágenes en Facebook.
Hasta aquí nada novedoso, pero ahora todas las noches, los abuelos cibernéticos se sientan frente al computador a ver a la niña en acción.

Un verdadero reality show de la nieta, de tan solo 20 días de nacida, cuando duerme, cuando grita escandalosamente de hambre y cuando la bañan. Hemos podido disfrutar de todos los procesos de la nueva niña, como la cambian, como le dan de comer, le sacan los gases y hemos podido verla observarnos a través de la pantalla. Definitivamente sentirme una abuela cibernética me ha acercado a disfrutar momentos que en el pasado me hubiese perdido.

Ya me veo contándole cuentos, cantándole y jugando con ella en un futuro por esta misma vía, lo que mas me preocupa es que siempre me consideré de la “generación de jardín”, en donde monear matas, correr, patinar, fabricar carritos de garruchas, montar bicicleta, cazar grillos y chicharras eran la gran afición, hoy con el Wii, la computadora, los juegos de vídeos y la tecnología innovadora, no se a donde ni como vamos a jugar con la nieta.
Debo reconocer, que gracias a la tecnología puedo sentirme una Abuela Cibernética

jueves, 1 de octubre de 2009

La Estrella de la Princesa



By Rodrigo Galavis G. (1991)
Un día la princesa iba por el bosque y vio una estrella nacer, la quiso ir a coger y la misma se le escapó.
Al día siguiente, la princesa dijo: El que me consiga la estrella se casará conmigo. Pasaron tres días, tres semanas, tres meses y nadie había conseguido la estrella.
Hombres de todos los lados del reino buscando la estrella, para casarse con la princesa.
Un día un caballero le dijo:-Si ese es el precio para casarme contigo, entonces buscaré una estrella y te la obsequiaré; El caballero movió cielo y tierra y no la consiguió. Cuando el caballero regresó le dijo a la princesa, -Recorrí medio mundo por esa estrella y nada, siempre las veo en el cielo y se me escapan, vengo a decirte que no hay estrella que se deje agarrar.
Una mañana pasó un labrador y le dijo a la princesa.- Yo te la regalaré. El labrador busco en villas y castillas, montes y montañas, colinas, ríos y lagos y no consiguió ninguna que pudo atrapar.
Al atardecer de ese mismo día le preguntó un leñador a la princesa porque estaba tan triste? Ella le respondió una estrella debe alcanzar el que conmigo se quiera casar.-Yo construiré una escalera para alcanzarte tu estrella, pasaron días, semanas y meses, hasta que un mañana el leñador se presentó frente al castillo con la escalera más alta nunca vista, subió y subió hasta que se perdió entre las nubes y nunca jamás volvió a bajar.
La princesa todas las noches se asomaba al balcón y siempre con nostalgia lloraba, desde lo lejos un pescador la divisaba y soñaba con casarse con esa bella princesa.
Una noche sin luna el pescador vio un rayo de luz que cayó en el mar, se acercó al lugar, y se arrojó a la mar y siguiendo la luz llegó hasta el fondo y se encontró con una estrella, se la llevó a la princesa y le dijo:-Una estrella de mar os traigo y te la vengo a ofrecer. La princesa se sintió feliz y contestó:-Tú eres el más inteligente y contigo me voy a casar, al cabo de unos días el pueblo celebraba la boda de su Princesa y el Pescador y fueron felices para siempre.

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